lunes, 15 de julio de 2013

ARROZ CON LECHE, ME QUIERO CASAR....




Siempre que oigo hablar del Arroz con Leche pienso en esa canción que cantábamos en la infancia que, aunque el contenido de su letra es bastante machista, me gustaba cantarla.  También cuando se habla de Arroz con Leche lo relaciono con un postre que comían en la época de las abuelas y de nuestras Mamás, el cual nunca me llamó la atención probarlo.   

Desde que estoy viviendo en Panamá, el Arroz con Leche ha adquirido un valor muy importante para mi, pues  cuando mi hijo cumplió  6 meses de nacido y le salió su primer diente, todas mis amigas panameñas me preguntaron que quién iba hacer el Arroz con Leche.  Arroz con Leche?  Y eso qué es?  Cómo así que quién lo va a preparar?  Después de muchas preguntas llegó la explicación: En Panamá es tradición que cuando a tu hijo le sale su primer diente, la persona que primero se lo haya descubierto debe preparar Arroz con Leche y repartirlo a los amigos y familiares en pequeños recipientes, decorados de manera especial.  

Al principio me pareció un poco extraña la tradición pero luego me puse a pensar que es  bonito querer compartir con tus amigos la alegría que nos da ver crecer a nuestros bebés y qué más parecido a su primer diente que un granito de arroz?...  Aunque para algunos pueda sonar un poco exagerado tener que organizar 30 o 40 tarritos de Arroz con Leche para repartir a los familiares y amigos, a mi me ha parecido muy divertida la experiencia,  no solo por tener que ir a comprar los recipientes y decorarlos, sino por tener que preparar Arroz con Leche, ese mismo que nunca quise probar en mi juventud porque me parecía un combinado que no podía saber bien y que ahora preparo con la receta que me dio una prima... La verdad es que sabe delicioso!  Sino que lo diga mi esposo que es el mejor crítico catador que tengo y le encantó!

Así que ya saben, si a sus hijos les sale su primer diente, no duden en llamarme para que les prepare este delicioso manjar y tranquilas que yo no cobro derechos de autor; podemos decir que lo preparó su Papá quien fue el primero en descubrir que le había salido el diente.  Como siempre, ellos se llevan todos los méritos.









viernes, 5 de julio de 2013

PINTANDO GALLETAS CON LOS NIÑOS




En el Blog de hoy quiero contarles sobre una experiencia que tuve con las Galletas Decoradas.  Esta vez no era yo quién las pintaba sino un grupo de 20 niños de 2 años quienes tenían la tarea de decorar su propia galleta.  

La historia comienza cuando una de mis amigas me llama para decirme que su hijo es el "Niño de la Semana" en su guardería.   Esto significa que durante toda la semana el niño es el más importante de su curso y debe realizar diferentes actividades, una de ellas es que un día su Mamá tiene que llevar piñata, dulce y comida para celebrarle, como si fuera su cumpleaños y lo más importante, llevar una actividad manual para que hagan los niños.  En este último punto es donde intervengo yo... A mi amiga se le ha ocurrido la gran idea de llevarles galletas y icing de colores para que ellos las pinten y se la puedan llevar a su casa como su gran obra de arte; a mi me parece genial la idea porque en casa cuando estoy haciendo mis pedidos de galletas a mi hijo de 3 años le encanta sentarse a pintarlas conmigo (es un gran ayudante!) por lo que siempre tengo que hacer una galleta extra para que él pueda explotar toda su creatividad pintándolas.  

Para continuar con la historia, organizamos todo para llevarles a la guardería galletas grandes en forma de estrellas de fondo azul y les llevamos icing de colores con palitos de madera para que hicieran su gran obra de Arte.   Cuando ya estaban todos sentados en la mesa juiciosos con la expectativa de cual sería la actividad, les pusimos un platico con su galleta de estrella y Oh! que emoción!  Galleta!  Pues si que los niños cuando la vieron solo pensaron en comer galleta!  Por favor, no se la coman!!  Les decíamos mi amiga y yo!  Tenemos que pintarlas primero.  Estuvimos a punto de que se arruinara la actividad porque se la querían comer  antes de empezar y era de esperarse, un niño de 2 años frente a una galleta dulce solo piensa en comérsela.  
En ese momento la Teacher tuvo que intervenir y con su voz fuerte y regañona les dice "no se coman la galleta, vamos a pintarla primero"  y así comenzamos a pasarles los palillos y los icing de colores para que le pusieran encima haciendo puntos, rayas o lo que se les ocurriera.  

Al terminar les esparcimos un poco de bolitas de colores (sprinkles) para decorar.  Le recogimos a cada uno su galleta para ponerlas a secar y que se la pudieran llevar a casa.   Para que se olvidaran un poco de comer la galleta y las dejaran secar, sacamos el dulce para cantar el cumpleaños y las otras cosas que mi amiga les tenía de comida y después se fueron al patio a darle a la piñata.  Mientras todo esto pasaba se alcanzó a secar la pintura de las galletas y las empaqué en sus bolsitas individuales.  La verdad, para mi, quedaron hermosas! Las vi más bonitas que cualquiera de las que he hecho, tal vez por la satisfacción que me daba ver que los niños estuvieran haciendo algo que yo disfruto tanto como pintar galletas o porque me recordaba a Antonio (mi hijo) en la cocina conmigo queriendo aprender algo de Mamá, pintar galletas y cocinar.

Adjunto algunas fotos para que entiendan un poco esta experiencia.