viernes, 5 de julio de 2013

PINTANDO GALLETAS CON LOS NIÑOS




En el Blog de hoy quiero contarles sobre una experiencia que tuve con las Galletas Decoradas.  Esta vez no era yo quién las pintaba sino un grupo de 20 niños de 2 años quienes tenían la tarea de decorar su propia galleta.  

La historia comienza cuando una de mis amigas me llama para decirme que su hijo es el "Niño de la Semana" en su guardería.   Esto significa que durante toda la semana el niño es el más importante de su curso y debe realizar diferentes actividades, una de ellas es que un día su Mamá tiene que llevar piñata, dulce y comida para celebrarle, como si fuera su cumpleaños y lo más importante, llevar una actividad manual para que hagan los niños.  En este último punto es donde intervengo yo... A mi amiga se le ha ocurrido la gran idea de llevarles galletas y icing de colores para que ellos las pinten y se la puedan llevar a su casa como su gran obra de arte; a mi me parece genial la idea porque en casa cuando estoy haciendo mis pedidos de galletas a mi hijo de 3 años le encanta sentarse a pintarlas conmigo (es un gran ayudante!) por lo que siempre tengo que hacer una galleta extra para que él pueda explotar toda su creatividad pintándolas.  

Para continuar con la historia, organizamos todo para llevarles a la guardería galletas grandes en forma de estrellas de fondo azul y les llevamos icing de colores con palitos de madera para que hicieran su gran obra de Arte.   Cuando ya estaban todos sentados en la mesa juiciosos con la expectativa de cual sería la actividad, les pusimos un platico con su galleta de estrella y Oh! que emoción!  Galleta!  Pues si que los niños cuando la vieron solo pensaron en comer galleta!  Por favor, no se la coman!!  Les decíamos mi amiga y yo!  Tenemos que pintarlas primero.  Estuvimos a punto de que se arruinara la actividad porque se la querían comer  antes de empezar y era de esperarse, un niño de 2 años frente a una galleta dulce solo piensa en comérsela.  
En ese momento la Teacher tuvo que intervenir y con su voz fuerte y regañona les dice "no se coman la galleta, vamos a pintarla primero"  y así comenzamos a pasarles los palillos y los icing de colores para que le pusieran encima haciendo puntos, rayas o lo que se les ocurriera.  

Al terminar les esparcimos un poco de bolitas de colores (sprinkles) para decorar.  Le recogimos a cada uno su galleta para ponerlas a secar y que se la pudieran llevar a casa.   Para que se olvidaran un poco de comer la galleta y las dejaran secar, sacamos el dulce para cantar el cumpleaños y las otras cosas que mi amiga les tenía de comida y después se fueron al patio a darle a la piñata.  Mientras todo esto pasaba se alcanzó a secar la pintura de las galletas y las empaqué en sus bolsitas individuales.  La verdad, para mi, quedaron hermosas! Las vi más bonitas que cualquiera de las que he hecho, tal vez por la satisfacción que me daba ver que los niños estuvieran haciendo algo que yo disfruto tanto como pintar galletas o porque me recordaba a Antonio (mi hijo) en la cocina conmigo queriendo aprender algo de Mamá, pintar galletas y cocinar.

Adjunto algunas fotos para que entiendan un poco esta experiencia.




























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